¿Que es el Didymo?...
El nombre común para una diatomea (alga microscópica) de nombre científico complejo: Didymosphenia geminata, cuyos extensos tallos invaden el lecho de ríos y arroyos. Por su semejanza al papel higiénico mojado, también se conoce como “moco de roca”.
A nivel mundial, su proliferación ha generado escenarios desbastadores. Su impacto negativo no solo es estético. Es capaz, en un período relativamente breve de tiempo, de invadir ríos, acequias, canales, construcciones hidroeléctricas, tuberías y tomas de agua. Sin embargo, la mayor preocupación -en torno a la proliferación de esta alga- está relacionada con la grave amenaza que constituye para un ecosistema, al reducir la disponibilidad de oxígeno en el agua, disminuir la calidad y cantidad de recursos tróficos (alimenticios) y alterar los sitios naturales de reproducción y desove de peces… En síntesis: es un alga altamente perniciosa que altera la composición, estructura y dinámica del ecosistema, impactando la ictiofauna de regiones remotas como Patagonia –reconocida mundialmente por su pristinidad y pesca deportiva- y por extensión, al turismo asociado y la fuente de ingresos de su población.
La evidencia fósil (rocas sedimentarias) sugiere que las diatomeas surgen durante el Jurásico temprano (199 a 145 millones de años atrás). Muchísimos años antes de la aparición de un recién llegado a la tierra, como es el género humano… Son algas microscópicas unicelulares que poseen una pared celular única hecha de sílice (dióxido de silicio hidratado) llamada frústula que las diferencia de otras algas, pudiendo llegar a constituir hasta el 90% de su peso total, por lo cual, cuando mueren, precipitan, originando las tierras de diatomeas o diatomita.
Viven siempre en el agua o ambientes húmedos, flotando libremente (planctónicas) o sujetas al substrato (bentónicas). Son autótrofas, es decir, fotosintetizadoras, lo cual las convierte en productores primarios dentro de la cadena trófica, constituyendo el grupo más numeroso de los microorganismos que conforman el fitoplancton, al aportar el 45% de la producción primaria total. Pero también, por su condición de fotosintetizadoras, fijan millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2) atmosférico. Una cantidad similar al total absorbido por las selvas tropicales del mundo, y en este proceso, aportan 20% del oxigeno planetario.
Algunos géneros se encuentran presentes, en aguas dulces o salobres, mientras otras especies están adaptados a ambientes mucho más restrictivos en términos de pH temperatura, salinidad, contenido de materia orgánica, oxigeno y nutrientes, por lo cual, con frecuencia se les utiliza como indicadores de calidad ambiental.
Didymosphenia geminata (Didymo)
Es un alga microscópica que prolifera en ambiente de aguas dulces oligotróficos (bajo en nutrientes). Produce gran cantidad de material mucilaginoso extracelular, formando un grueso tallo o floración que se adhiere fuertemente al lecho de los río.
Es endémica de las regiones frías templadas del hemisferio norte (Europa, Asia y el norte de América del Norte). Fue reconocida por primera vez en 1814 en las Islas Feroe, una región autónoma de Dinamarca, ubicada entre Escocia e Islandia, que se ha hecho tristemente famosa en los últimos años, por la matanza de cetáceos, que forma parte de la “tradición cultural” (video con fuertes imágenes) de sus ¿civilizados? habitantes.
A mediados de los 80 se detectaron crecimientos masivos de esta alga en el noroeste de Norteamérica. En la actualidad, invade ríos de más de 20 estados en Norteamérica y el sur de Canadá. Sin embargo, el país más afectado, en la actualidad, es Nueva Zelanda, donde esta alga invasiva - introducida por pescadores a fines de los años 90- prolifera en casi la totalidad (150) de los cauces fluviales de la Isla Sur.
Hasta su reciente descubrimiento en Nueva Zelanda, nunca se detecto su presencia en el hemisferio sur. En Chile, por única vez el año 1964, es reconocida en el Río Cisnes y Lago Sarmiento (Torres del Paine). Sobre esta información, existe una duda razonable de que sea la misma especie investigada en la actualidad y de ser efectiva la información, nunca adquirió el carácter de plaga…El año 2009 surgen algunos reportes preocupantes de su presencia en Argentina, pero fue la confirmación por parte de US Geological Survey (USGS) de la presencia de Didymosphenia geminata en la zona del río Futaleufú (Chile) el 2010, la que generó la alerta y la movilización de las autoridades.
En mayo del año recién pasado, el Centro de Investigación en Ecosistemas de la Patagonia (CIEP) analizó muestras extraídas en el río Futaleufú, confirmando la presencia de abundantes colonias de diatomeas del género Didymosphenia sp. a lo largo de más de 56 km. de su cauce. El mismo centro, en fecha posterior, detecta la presencia de Didymo, en diversos estados de desarrollo en los ríos Aysén, Los Palos, Coyhaique, Mañihuales, Tigre, Blanco, desembocadura del Yelcho, Emperador Guillermo, Simpson y Ñirehuao, llevando al Servicio Nacional de Pesca (SERNAPESCA) a declarar una alerta sanitaria para su control.
Por lo que se sabe, es inodora y no es toxica, ni para organismos acuáticos ni para el hombre. No es la célula de D. geminata, en sí mismo, la responsable del impacto negativo sobre los cursos fluviales. Su mayor impacto está asociado a la gran capacidad que tiene para sintetizar polisacáridos extracelulares (tallos) -entre 3 y 20 cm. de espesor y varios km. de longitud- que conforman una gran colonia mucilaginosa que se adhiere fuertemente al fondo rocoso de los ríos, alterando la composición, estructura y dinámica del ecosistema, al reducir el oxigeno disuelto en el agua, afectando las poblaciones de macroinvertebrados (insectos, moluscos y anélidos) y estados larvarios que forman parte de la limentación de peces y otras especies acuáticas; que ven disminuida su diversidad, quedando en muchos casos reducidos a comunidades de quironómidos (mosquitos) y otros grupos típicos de aguas de mala calidad ambiental.
La disminución en calidad y cantidad de recursos alimenticios termina por repercutir en la ictiofauna, que ve reducida sus poblaciones, al alterarse la composición, estructura y dinámica del ecosistema.
En la actualidad, se han propuesto variadas estrategias para controlar el alga, pero todas con resultados negativos; llegando a la conclusión que la única manera efectiva de abordar el tema -sin alterar el ecosistema y afectar al rol juegado por las diatomeas en los macro equilibrios globales y el establecimiento de vida aerobica sobre el planeta- es evitar su difusión. En consecuencia, las actuales estrategias de control contemplan, tanto medidas restrictivas respecto al uso del agua, como barreras biosanitarias en el acceso a las zonas infestadas.
Es así, como en los pasos fronterizos Patagónicos se ha establecido un estricto control sanitario por parte del personal del SAG (Servicio Agrícola y Ganadero) en Chile y de Gendarmería Nacional Argentina.
Puede suamarse a esta campaña de "bioseguridad" mediante la practica de medidas muy simples: REMOVER - LIMPIAR Y SECAR
El nombre común para una diatomea (alga microscópica) de nombre científico complejo: Didymosphenia geminata, cuyos extensos tallos invaden el lecho de ríos y arroyos. Por su semejanza al papel higiénico mojado, también se conoce como “moco de roca”.
A nivel mundial, su proliferación ha generado escenarios desbastadores. Su impacto negativo no solo es estético. Es capaz, en un período relativamente breve de tiempo, de invadir ríos, acequias, canales, construcciones hidroeléctricas, tuberías y tomas de agua. Sin embargo, la mayor preocupación -en torno a la proliferación de esta alga- está relacionada con la grave amenaza que constituye para un ecosistema, al reducir la disponibilidad de oxígeno en el agua, disminuir la calidad y cantidad de recursos tróficos (alimenticios) y alterar los sitios naturales de reproducción y desove de peces… En síntesis: es un alga altamente perniciosa que altera la composición, estructura y dinámica del ecosistema, impactando la ictiofauna de regiones remotas como Patagonia –reconocida mundialmente por su pristinidad y pesca deportiva- y por extensión, al turismo asociado y la fuente de ingresos de su población.
La evidencia fósil (rocas sedimentarias) sugiere que las diatomeas surgen durante el Jurásico temprano (199 a 145 millones de años atrás). Muchísimos años antes de la aparición de un recién llegado a la tierra, como es el género humano… Son algas microscópicas unicelulares que poseen una pared celular única hecha de sílice (dióxido de silicio hidratado) llamada frústula que las diferencia de otras algas, pudiendo llegar a constituir hasta el 90% de su peso total, por lo cual, cuando mueren, precipitan, originando las tierras de diatomeas o diatomita.
Viven siempre en el agua o ambientes húmedos, flotando libremente (planctónicas) o sujetas al substrato (bentónicas). Son autótrofas, es decir, fotosintetizadoras, lo cual las convierte en productores primarios dentro de la cadena trófica, constituyendo el grupo más numeroso de los microorganismos que conforman el fitoplancton, al aportar el 45% de la producción primaria total. Pero también, por su condición de fotosintetizadoras, fijan millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2) atmosférico. Una cantidad similar al total absorbido por las selvas tropicales del mundo, y en este proceso, aportan 20% del oxigeno planetario.
Algunos géneros se encuentran presentes, en aguas dulces o salobres, mientras otras especies están adaptados a ambientes mucho más restrictivos en términos de pH temperatura, salinidad, contenido de materia orgánica, oxigeno y nutrientes, por lo cual, con frecuencia se les utiliza como indicadores de calidad ambiental.
Didymosphenia geminata (Didymo)
Es un alga microscópica que prolifera en ambiente de aguas dulces oligotróficos (bajo en nutrientes). Produce gran cantidad de material mucilaginoso extracelular, formando un grueso tallo o floración que se adhiere fuertemente al lecho de los río.
Es endémica de las regiones frías templadas del hemisferio norte (Europa, Asia y el norte de América del Norte). Fue reconocida por primera vez en 1814 en las Islas Feroe, una región autónoma de Dinamarca, ubicada entre Escocia e Islandia, que se ha hecho tristemente famosa en los últimos años, por la matanza de cetáceos, que forma parte de la “tradición cultural” (video con fuertes imágenes) de sus ¿civilizados? habitantes.
A mediados de los 80 se detectaron crecimientos masivos de esta alga en el noroeste de Norteamérica. En la actualidad, invade ríos de más de 20 estados en Norteamérica y el sur de Canadá. Sin embargo, el país más afectado, en la actualidad, es Nueva Zelanda, donde esta alga invasiva - introducida por pescadores a fines de los años 90- prolifera en casi la totalidad (150) de los cauces fluviales de la Isla Sur.
Hasta su reciente descubrimiento en Nueva Zelanda, nunca se detecto su presencia en el hemisferio sur. En Chile, por única vez el año 1964, es reconocida en el Río Cisnes y Lago Sarmiento (Torres del Paine). Sobre esta información, existe una duda razonable de que sea la misma especie investigada en la actualidad y de ser efectiva la información, nunca adquirió el carácter de plaga…El año 2009 surgen algunos reportes preocupantes de su presencia en Argentina, pero fue la confirmación por parte de US Geological Survey (USGS) de la presencia de Didymosphenia geminata en la zona del río Futaleufú (Chile) el 2010, la que generó la alerta y la movilización de las autoridades.
En mayo del año recién pasado, el Centro de Investigación en Ecosistemas de la Patagonia (CIEP) analizó muestras extraídas en el río Futaleufú, confirmando la presencia de abundantes colonias de diatomeas del género Didymosphenia sp. a lo largo de más de 56 km. de su cauce. El mismo centro, en fecha posterior, detecta la presencia de Didymo, en diversos estados de desarrollo en los ríos Aysén, Los Palos, Coyhaique, Mañihuales, Tigre, Blanco, desembocadura del Yelcho, Emperador Guillermo, Simpson y Ñirehuao, llevando al Servicio Nacional de Pesca (SERNAPESCA) a declarar una alerta sanitaria para su control.
Por lo que se sabe, es inodora y no es toxica, ni para organismos acuáticos ni para el hombre. No es la célula de D. geminata, en sí mismo, la responsable del impacto negativo sobre los cursos fluviales. Su mayor impacto está asociado a la gran capacidad que tiene para sintetizar polisacáridos extracelulares (tallos) -entre 3 y 20 cm. de espesor y varios km. de longitud- que conforman una gran colonia mucilaginosa que se adhiere fuertemente al fondo rocoso de los ríos, alterando la composición, estructura y dinámica del ecosistema, al reducir el oxigeno disuelto en el agua, afectando las poblaciones de macroinvertebrados (insectos, moluscos y anélidos) y estados larvarios que forman parte de la limentación de peces y otras especies acuáticas; que ven disminuida su diversidad, quedando en muchos casos reducidos a comunidades de quironómidos (mosquitos) y otros grupos típicos de aguas de mala calidad ambiental.
La disminución en calidad y cantidad de recursos alimenticios termina por repercutir en la ictiofauna, que ve reducida sus poblaciones, al alterarse la composición, estructura y dinámica del ecosistema.
En la actualidad, se han propuesto variadas estrategias para controlar el alga, pero todas con resultados negativos; llegando a la conclusión que la única manera efectiva de abordar el tema -sin alterar el ecosistema y afectar al rol juegado por las diatomeas en los macro equilibrios globales y el establecimiento de vida aerobica sobre el planeta- es evitar su difusión. En consecuencia, las actuales estrategias de control contemplan, tanto medidas restrictivas respecto al uso del agua, como barreras biosanitarias en el acceso a las zonas infestadas.
Es así, como en los pasos fronterizos Patagónicos se ha establecido un estricto control sanitario por parte del personal del SAG (Servicio Agrícola y Ganadero) en Chile y de Gendarmería Nacional Argentina.
Puede suamarse a esta campaña de "bioseguridad" mediante la practica de medidas muy simples: REMOVER - LIMPIAR Y SECAR
- No usar botas con fieltro y calzado o waders hechos de material absorbente.
- Remover antes de dejar un rio, arroyo o lago, toda presencia visible de algas en el calzado, vestimenta, aparejos de pesca, botes, kayak y vehículos. Depositar lo removido en un bote de basura.
- Viajar con un set de limpieza que incluya: un balde grande, detergente (biodegradable), cloro domestico, sal domestica, povidona yodada, escobillas y bolsas desechables.
- Sumerja y lave sus implementos de pesca (vestimenta y parejos) por 10 minutos en un balde en una solución de 10 litros de agua y 1 taza (200 ml.) de cloro doméstico. También puede lavar sus equipos con una solución al 7% de sal común o agua caliente (sobre 60º C). Es obvio que no debe devolverse al agua lo que ocupo para lavar.
- Los vehículos y embarcaciones que entraron en contacto con el agua, deberán lavarse con una solución desinfectante. Limpie también los neumáticos y la parte baja del vehículo, si entro en contacto con el agua.
- Transporte peces u otras especies en contenedores herméticos para evitar el derrame de fluidos y la posible contaminación de vehículos y equipos.
- Los ambientes secos destruyen al Didymo. Esta alga puede sobrevivir por meses en ambientes húmedos. En consecuencia, para evitar su dispersión, no vuelva a utilizar sus aparejos de pesca, previamente desinfectados, hasta que estén secos. Espere al menos 48 horas antes de usarlos nuevamente.