El rafting o balseo, es una disciplina deportiva y recreativa que consiste, simplemente, en descender ríos. Se desarrolló a partir de quienes navegaban cuerpos de agua en pequeños botes y balsas. Estas habilidades, necesarias para exploradores, cazadores y pescadores en la antigüedad, más tarde se convirtió en un pasatiempo con muchos cultores.
Es una actividad de equipo, donde todos los tripulantes de la balsa reman y orientan su peso de manera coordinada para sortear, de forma eficiente, los rápidos y mantenerse a flote. Para ello utilizan equipos y embarcaciones especiales.
En Chile y en particular en Patagonia, los ríos escurren desde las altas cumbres Andinas hacia el Océano Pacífico, en un recorrido corto, pronunciado y turbulento. A través de ellos, se canalizan las aguas de lluvias y deshielos, que en primavera, con el aumento de la temperatura, incrementan significativamente su caudal, ofreciendo a los amantes de este deporte, rápidos con diferentes grados de dificultad y una fascinante experiencia de aventura y adrenalina, en medio de paisajes de exuberante belleza, entre verdes bosques, lagos, fiordos, ensenadas, montañas y glaciares.
No es necesario, sin embargo, ser un experto en la materia, simplemente hay que dejarse llevar por las corrientes y trabajar en equipo mientras disfrutas del maravilloso paisaje que te rodea. Es una actividad que puede ser compartida tanto por la familia, que disfruta de una travesía o exploración por aguas tranquilas, como por quienes gustan de las emociones fuertes y sortean rápidos de categoría mundial, como los que ofrecen los ríos Futaleufú y Baker.