INCENDIOS FORESTALES

ALTO AL FUEGO
En Chile, los Bosques Nativos ocupan una superficie de 17,3 millones de hectáreas que representan el 22,9% de la superficie total del país. Casi la totalidad está concentrada en la región centro-sur y Patagónica, formando parte, en su gran mayoría, de áreas protegidas (Reserva o Parque).

Los incendios forestales, en alto porcentaje son causados, en Chile, por descuidos o negligencia humana. Sin embargo, esta no es la única causal. Entre los años 1920 y 1952, incluso un poco antes, se produjeron en la región continental de Aysén (Patagonia Norte) los mayores incendios forestales conocidos en nuestro país.

Colonos y pioneros, con el consentimiento de autoridades, para habilitar terrenos agrícolas y ganaderos, emprendieron la colonización a fuego... quemando grandes extensiones de bosque nativo. 

Según información proporcionada por CONAF (Corporación Nacional Forestal) se habrían quemado hasta 1952, alrededor de 3,5 millones de hectáreas de vegetación nativa. Algunos incendios se mantuvieron activos por años y décadas… sin poder ser controlados -en áreas muy remotas- o simplemente porque no hubo la intención de hacerlo. 

En la Región de Magallanes la quema y sustitución de bosques de lenga para la crianza de ovejas alcanzó las 200.000 hectáreas. Más recientemente, en 1985, un turista japonés dejó un cigarro mal apagado, desatando un incendio que consumió 14.000 hectáreas del Parque Nacional Torres del Paine. Veinte años después, en el mismo parque, un turista checo volcó una cocinilla y originó un nuevo incendio que consumió una superficie de más de 15 000 hectáreas. Entre fines del 2011 y principios de 2012, en Torres del Paine, un turista israelí encendió una fogata en un área no autorizada provocando un incendio que afectó a 17.600 hectáreas. 

Un incendio forestal, una vez declarado se propaga sin control a través de vegetación leñosa, arbustiva o herbácea, viva o muerta, destruyendo todo lo que encuentra a su paso, afectando a la población, la propiedad, la fauna, al aire, al ciclo del agua, y en general, genera un impacto dramático sobre todo el ecosistema. 

Lo grave de un incendio forestal, en el caso de nuestro país, es que muchas de estas especies son de muy lento crecimiento.Transcurrido más de un siglo desde que hay registros históricos de estos desastres, la regeneración de la vegetación sigue siendo muy lenta, escasa e incluso nula en algunos sectores, sin que el bosque se haya recuperado en forma efectiva.

  AYÚDENOS PROTEGER LA NATURALEZA
  • Las Áreas Silvestres Protegidas son espacios libres de tabaco.
  • Cocine y acampe solo en lugares autorizados y señalizados. Es un delito hacer fuego en cualquier lugar (Ley N°20.653). No se exponga a sanciones legales, la expulsión del parque, del país (si es extranjero) multas y/o cárcel.
  • Por ningún motivo efectué fogones rústicos en lugares no autorizados.
  • Al usar el fuego en zonas autorizadas, ubicarse en zonas protegidas del viento, no derramar combustible y evite cualquier circunstancias de riesgo.
  • Mantener permanente vigilancia sobre el fuego y lejos de otro tipo de combustibles.
  • Cuando termine de usar el fuego, verifique que efectivamente este apagado.
  • No queme los desperdicios o sobras de alimentos.
  • Siempre mantener cerca agua, arena o tierra en caso de emergencia.
  • El uso de velas está totalmente prohibido.
  • Si se produce un incendio, siga las instrucciones de Guardaparques.
  • Si está cerca de un incendio forestal, jamás actúe por iniciativa propia. Aléjese del fuego y avise a los Guardaparques.
  • Si durante su visita observa un foco de incendio forestal, infórmelo de inmediato (número teléfono de emergencia directo -libre de pago- de red fija o móvil) a:
  • 130 - CONAF
  • 132 - BOMBEROS
  • 133 - CARABINEROS DE CHILE
  • 134 - POLICÍA DE INVESTIGACIONES DE CHILE (PDI