RESERVA NACIONAL EX ALACALUFES

RESERVA NACIONAL ALACALUFES
La Reserva Nacional Alacalufes fue creada en 1969. El 2018, se le anexa a sus 2.313.875 hectáreas  terrenos de propiedad fiscal y otro proveniente de la donación de la Fundación Tompkins (ex Estancia Cabo León), para totalizar una superficie de 2.842.329 hectáreas y formar el Parque Nacional Kaweskar ubicado entre las coordenadas 50º30’ y 54º00’ de Latitud Sur 71º 00’ y 75º 30’ de Latitud Oeste, en la Región de Magallanes, específicamente en las comunas de Puerto Natales, Río Verde y Punta Arenas, pasando a formar la segunda reserva más grande de Chile. 

Ocupa un área muy fragmentada que comprende los archipiélagos occidentales de las provincias de Ultima Esperanza, comuna de Puerto Natales y Magallanes. Su límite norte coincide con el límite entre las regiones de Aysén y de Magallanes, y el límite sur está en el Estrecho de Magallanes. 

Es una reserva abrazada por el mar, en consecuencia, es su única vía de acceso. Al interior es posible hacer algunos tramos a pie, en kayak o embarcaciones menores. Es un destino imperdible que no olvidará y cuyo mayor atractivo está asociado al Canal de las Montañas (66 Km. de largo) que corre en sentido norte-sur entre la Cordillera de Sarmiento por el oeste y la Cordillera de Riesco por el este y los 5 glaciares que derivan de la Cordillera Sarmiento hacia al Canal de las Montañas.

Se ubica a 5 o 6 horas de navegación desde la ciudad de Puerto Natales. Durante la época estival existen servicios privados ofrecidos por agencias turísticas que parten desde la ciudad de Puerto Montt navegando los canales patagónicos o desde Punta Arenas y Puerto Natales

Ocupa un sector extremadamente lluvioso, que puede alcanzar los 3 mil milímetros anuales. El área norte presenta un clima templado frío húmedo con una temperatura promedio anual de 7,2 grados Celsius. En cambio el área sur presenta un clima de tundra isotérmico, con una temperatura promedio anual ligeramente más baja: 6,5 grados Celsius. 

Las condiciones climáticas frías y húmedas, unidas a la presencia de suelos delgados y pobres, generan en esta reserva un tipo de vegetación caracterizada por la presencia de turberas y un estrato arbóreo poco diverso. 

En la parte norte de la reserva las especies arbóreas dominantes son el Ciprés de las Guaitecas (Pilgerodendron uviferum), el Coigüe de Chiloé (Nothofagus nitida) y el Coigüe Magallánico (Nothofagus betuloides), con presencia de matorrales donde podemos encontrar nalcas (pangue), mata verde, calafates, una gran diversidad de líquenes y musgos y sectores de turberas. Hacia el sur, cuando las condiciones se hacen más inhóspitas, los árboles se van achaparrando (disminuyendo en altura) y aumenta la proporción de turberas. Estas, propias de terrenos anegados, generalmente carecen de los nutrientes esenciales, en especial del nitrógeno. Aquí proliferan especies vegetales carnívoras que obtienen el nitrógeno a partir de sus presas (insectos). 

La riqueza animal es sorprendente. Entre las aves destacan decenas de especies marinas como varios tipos de gaviotas, petreles, patos quetros, albatros, pingüinos, y cuatro variedades de cormoranes, que utilizan los escarpados bordes costeros para nidificar. Las aves terrestres están representadas por chucaos, cóndores, chunchos (búho), caiquenes (gansos silvestres), tordos, entre decenas de otras especies. 

Los mamíferos marinos son abundantes. Es fácil encontrar grandes colonias de lobos marinos, foca leopardo o sorprenderse con las toninas y delfines australes que juegan al costado de las embarcaciones que cruzan estos canales. Con suerte se puede avistar algunos cetáceos. 

Cerca de las costas es posible observar familias de Huillines (especie de nutria) o algunos ejemplares de coipos remontando los ríos que llegan al mar. Los mamíferos terrestres son menos abundantes, pero existen ejemplares de zorros culpeo en varios sectores de la reserva y es posible encontrar Huemules (Ciervo Sur Andino o Austral). 


ATRAPAR Y LIBERAR

ATRAPAR Y LIBERAR
La pesca con devolución en términos muy simples, más que una técnica o estilo, es una filosofía, un concepto ético ambiental aplicado a esta actividad. Una modalidad que gana adeptos a nivel mundial por considerase un “plus” de alto valor deportivo y ecológico, donde la “experiencia vivida” está por sobre el “beneficio obtenido" y cuyo objetivo es reducir la presión ejercida sobre los ecosistemas para garantizar su sustentabilidad, permitiendo que sea la propia naturaleza y sus mecanismos los que regulen las poblaciones. 

Atrapar y devolver a la presa en condiciones saludables, es una práctica deseada no solo para cuidar el recurso, sino también, para extender las jornadas de pesca. En un territorio como el nuestro, donde abundancia, tamaño y variedad de especie de valor deportivo es sorprendente, alcanzar las cuotas de extracción legalmente permitidas, puede transformarse una jornada breve y frustrante. No obstante ello, el factor determinante para practicar esta filosofía de pesca, está asociado a la “habilidad o destreza” técnica del pescador, tanto para la captura como la devolución del pez. 
  • Para aquellos que se interesen en poner en práctica esta filosofía, algunas sugerencias: Lo primero y como condición “sine qua non”, para no terminar en el siquiatra, es liberarse del síndrome de privación y ausencia que produce regresar sin trofeos que mostrar.
  • Despreocúpese que lo rotulen de “idiota" por gastar dinero, agotarse físicamente, andar húmedo, con frío, mal oliente o viajar largas distancias y volver con las manos vacías. Muchos piensan que es más simple ir al supermercado a comprar pescado. No comprenden el sentido y ni el espíritu de esta actividad… ¡Que esto no le preocupe!.
  • No acepte encargos de aquellos que consideran que las truchas silvestres “son más apetitosas y saludables” que las ofrecidas en el comercio… Es un mito. Hoy considerando los estándares de producción en cautiverio, esto no tiene ningún asidero y por el contrario, le imponen compromisos innecesarios para disfrutar libremente de su pasatiempo favorito.
Una vez asumidas estas recomendaciones, tenga presente lo siguiente:
  • No agote innecesariamente o talmente al pez.
  • Evite que el pez capturado se golpee en las bandas de la embarcación o "rebote" en el piso o el muelle.
  • Trate de tocarlo lo menos posible. Si debe sostenerlo hágalo dentro del agua -nunca con las manos secas- apoyándolo sobre la palma de su mano, sin apretarlo, evitando dañar la mucosa que lo protege. Una vez liberado esto impedirá defenderse adecuadamente, contra los microorganismos propios de su entorno.
  • De preferencia, voltee el pez boca arriba al momento de liberar la mosca o señuelo artificial de su quijada. Así están visiblemente más tranquilos y facilita la extracción del anzuelo, pero no prolongue en exceso esta operación. Un pez boca arriba, es uno que pierde su orientación.
  • No introduzca dedos u objetos dentro de la cavidad de las branquias (agallas).
  • Utilice anzuelos sin rebarba y adecuados al tamaño de la captura, para evitar que ingrese a áreas profundas del sistema digestivo, imposibiliten su extracción, dificultando su devolución en condiciones saludables.
  • Válgase de elementos específicos como red de mano o pinzas saca-anzuelos para evitar un maltrato innecesario. 
  • Si la extracción del anzuelo es dificultosa corte la línea (sedal) cerca de la boca del pez. No tire del anzuelo, que produce desgarros. Si no es posible sacarlo, por estar éste muy adentro de sus fauces, libérelo en esas condiciones, en la mayoría de los casos sobreviven. 
  • Si el pez se encuentra muy agotado colóquelo enfrentando la corriente y muévalo hacia atrás y hacia delante, con suavidad, de tal manera que el agua penetre por la boca y salga por las agallas para que se oxigene, hasta que se reanime.
  • No lo golpee ni lo arroje, simplemente déjelo sobre el agua para que escape por sus propios medios después de recuperarse.